Dos hombres y un destino

Recuerdo que cuando tenia 17 años en un campamento en Santo Domingo de Silos había una chica que me decía que me parecía a Paul Newman. Bueno, probablemente se refería a que tenia los ojos como Paul Newman, o así los veía ella.

Puede que sea por esto que me gustan sus películas. Entre mis favoritas esta “Dos Hombres y un Destino.” Hay dos escenas en particular que me vienen a la mente ahora. Una es la escena final en la cual Butch y Sundance salen dando tiros a diestro y siniestro. A pesar de estar rodeados por casi un ejercito, hay en mi un punto de inocencia que me dice que se van a salvar. Es como en el Gran Gatsby cuando Robert Redford cree que Daisy va a dejar a su marido y se va ir con el. Así me doy las ostias que me doy, de lo inocente que soy....

La otra es en el acantilado, cuando son acorralados por sus perseguidores y deciden saltar al río. Hace exactamente un año, en un 5 de Septiembre, estaba junto a Nerea en el puerto de su pueblo pensando en dar un salto parecido al agua.

Estábamos agarrados de la mano o quizás esa parte la he imaginado yo pero allí estábamos, pensando en saltar al agua.

Eran las fiesta de su pueblo y un amigo y yo fuimos a pasar el día. La estuve buscando entre la gente durante toda la mañana hasta que al final nos encontramos y nos quedamos con ella y sus amigos, su novio entre ellos. Había algo especial en el puerto por lo cual todo el mundo acababa tirandose al agua y mojados hasta los huesos.

Ella y yo no lo hicimos hasta que al final, justo antes de marchar se lo propuse.

-“que...¿nos tiramos?” Me miró, nos miramos y se acercó dubitativa conmigo al borde.

Al final no saltamos pero aquel fue un día muy especial para mi. Fue el primer día que pasamos mucho tiempo juntos fuera de la oficina, nos reímos muchísimo y vi que no había mucha química entre ella y su novio ( no vi en el detalles que yo habría tenido con ella durante el día). Pero lo más importante fue que empecé a darme cuenta de que me estaba enamorando de ella. De eso hace hoy un año.