no esperaba dormir,
—y mucho menos soñar—,
tan sólo cerré los ojos
y te soñé.
Ni siquiera era de noche
—dormitaba por hastío—,
cansado de sólo imaginarte,
harto de tu vacío,
recordando éste futuro.
Llegué incluso a creer,
que así como yo a tí te soñaba,
me soñabas tu también...
que nuestros sueños tenían lugar,
aunque sólo fuera entre tú y yo.
Habré soñado tantas veces
tu mirada, tu ternura y tus abrazos,
tus palabras, tu cariño y tus cabellos,
que si algún día llegaran a faltarme,
no volvería a despertar.
Cerré los ojos y te soñé,
no esperaba dormir,
—y mucho menos soñar—,
tan sólo cerré los ojos
y te soñé.
Jaume D'Urgell y Rubió
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