Prueba de auto superación personal

¿Sabes tocar el piano?
-“Bueno, solo unas notas de una canción” me responde Nerea....
¿Porque no te acercas al piano, te sientas y tocas esas notas? – le exhorto a Nerea.
Ella me mira incrédula...
¡Tómatelo como una prueba de autosuperación personal! digo.

Puente de Diciembre, Valencia, tres compañeros de la oficina, Nerea y yo. Tras un largo día callejeando la ciudad del Turia, cenamos en un restaurante cercano al hotel y estábamos tomando una copa antes de retirarnos a descansar en el piano bar del hotel. Hablábamos sobre música, sobre instrumentos musicales, sobre el piano... y entonces se me ocurrió decirle eso.

Sabía que no lo iba a hacer de ninguna manera. Nerea tiene mucha iniciativa, un fuego dentro que no deja de brillar, pero muchas veces necesita un empujoncito para seguir adelante. Y, aun a sabiendas de que no lo iba a hacer, se me ocurrió intentar espolearla y decirle que era una prueba de autosuperación personal.

Me miro y dijo: ¿una prueba de autosuperación personal? Y tu porque no ......” y entonces el silencio. Se callo y no menciono nada mas sobre el asunto.

No dijo nada mas. Pero así y todo, por su arranque, por su entonación... porque a veces las cosas no hace falta decirlas, creo que podría adivinar cuales fueron las palabras que no se atrevieron a salir de sus labios. Podría equivocarme, evidentemente, pero creo que quería decir : ¿Y tu porque no intentas como prueba de autosuperación personal superar que yo no sienta nada por ti, ser solo amigos, y no marcharte a Boise?”

Me puedo equivocar, pero esto es lo que leí en su gesto, en su arranque, en su mirada. Sin embargo, hay algo en lo que no me equivocaría y eso es en la respuesta.

Es cierto que no he superado aun que no me quiera. Y la verdad, no se si lo haré alguna vez en mi vida. Pensar que nunca mas voy a conocer otra persona con la que me llegue a sentir como me he sentido con ella es una losa demasiado dura de llevar... para mi y para las personas que puedan querer compartir su futuro conmigo. Pensar que todo lo que queda por vivir no son mas que visiones translúcidas de la felicidad que he tenido a su lado es bastante jodido. Saber que para la persona que es capaz de sacar de ti tu mejor versión de ti mismo no eres suficiente, no cumples las expectativas, es todavía peor.

Pero, así y todo, me supero a mi mismo todos los días. A pesar de verme abrumado por esta puta realidad cada despertar, me levanto, me ducho y salgo a la calle cuando lo único que me apetece es perderme entre las sabanas y dejar que pase la mañana.

Y me superé cuando renuncie a coger una baja laboral cuando mi medico de cabecera me la ofreció.... y me sigo superando cada vez que acudo a algún lado aunque no tenga ganas de ir, a una cena con los amigos, a una fiesta.... y sonrío y miento cuando alguien me dice que me ve triste, que a ver que me pasa, que estoy apático, que a ver porque no hablo.... Y me sigo superando aunque a mi puzzle le falten demasiadas piezas para continuar.