Perdonen la tristeza

Es tan corto el amor
y tan largo el olvido
que ni aun dormido
deja de sufrir mi corazón

perdonen la tristeza

Pero mis ojos reflejan
tras las arrugas de mi dolor
la amargura de tener
mi corazón entre rejas

perdonen la tristeza

Y por las noches
no puedo dormir
cumpliendo condena
solo puedo escribir

Y si esta condena
no puedo cumplir
y la muerte me llega
no lloréis por mí

Y que en mi lapida diga
no tengáis pena
que ya he visto bastante sufrir
perdonen la tristeza.

A veces sucede que la vida te pone a prueba, que te lleva por caminos estrechos y conmigo lo hizo esta semana. El resultado fue el mismo de siempre, si cabe algo peor...

Así que, perdonen la tristeza, perdonen que después 5 meses siga aun en el mismo punto de partida...la buhardilla, los ojos llenos de lagrimas, un agujero en el estomago y la convicción de que los días se me siguen escapando de las manos y de que no me quedan mas fuerzas.....

Perdonen que aun siga enamorado de Nerea, que la quiera con todos los poros de mi piel, que me ardan las entrañas al no poder decirle todas las cosas que la querría susurrar, al no poder amarla todo lo que la querría amar. Perdonen que solo pueda pensar en ella, pero es que no encuentro otra cosa en la cual merezca la pena pensar. Perdonen que no encuentre nada por lo que luchar. Perdonen las lagrimas, las ausencias, la falta de entusiasmo, el desanimo, el alma muerta en vida, las ganas de nada.

Esta semana decidí como todas las demás seguir adelante, aunque no sepa hacia donde. Y en un partido de fútbol con los compañeros de la oficina me lastimé el hombro. Al día siguiente estaba en un pasillo de un hospital junto a un borracho dormido en una silla de ruedas y un drogadicto colocado sentado en otra silla con problemas para mantener la verticalidad cada vez que se levantaba. Lo intentó una vez, se cayó, pude a duras penas con mi brazo sano volverle a incorporar y las siguientes veces tuve que usar la diplomacia para que no intentara levantarse.

Es curioso donde te lleva la vida. Los dos días siguientes los he pasado en casa guardando reposo. Y es ahí, en momentos como esos cuando te das cuenta de lo solo que estas. No me malinterpretéis, amigos y familias no me faltan pero no es lo mismo. Y desde esa curiosa mañana con mis dos amigos en el pasillo del hospital, marcharme a dormir solo sin un regazo en el que apoyar la cabeza, sin unos ojos en los que mirarme en la penumbra del dormitorio se me hace cada día un poco mas duro.

Aburrido con mi soledad aproveché para acabar un disco y empezar otro. Hacia tiempo que estaba haciendo una recopilación de canciones, la banda sonora de La Buhardilla de Puck. La acabé. Y recién acabada, empecé otra, La Sonrisa de Iris. Iris es alguien que una vez dejó un comentario en la buhardilla, su sonrisa es algo que una vez pensé ella me podría llegar a regalar.

Y hoy, de vuelta a la oficina. Nerea a lo lejos, sonriente a veces, seria en otros momentos, en todos ellos lindísima.... y yo comiéndome las ganas de robarle una sonrisa, de sacarle los colores, de acelerarle los latidos....

Me ha regalado un libro y un bolígrafo con un muñeco de un Bobby inglés. Me lo compró en su viaje a Londres que coincidió con el mío a Dublín. El libro "Los Aires Difíciles" de Almudena Grandes....porque ella sabe que a mi me gusta Almudena Grandes...porque una de las primeras pistas que le di de la buhardilla era "El Lenguaje de los Balcones" de Almudena Grandes basado en el poema "Aunque tú no lo sepas" de Luis García Montero.

Se lo agradecí con un simple “gracias”, no como a mi me hubiera gustado. Porque yo la hubiera agarrado por detrás y la habría dado un sonoro beso en la mejilla para luego girarla y decirla de nuevo gracias y que con gusto se lo leería todas las noches de este invierno tumbados en el sofá. Entonces, me marché sin saber despedirme, como siempre.

Así que, espero sepan perdonar mi torpeza por no saber salir de este pozo sin fondo. Espero que perdonen la tristeza, las lagrimas en mis ojos por tercera vez esta noche y la desorientación que causa el largo tiempo viviendo como si la vida fuera dormir con los ojos abiertos. Espero que me perdonen el haber dejado de ser una lucecita que a veces iluminaba sus vidas. Pero sobre todo, espero que aquellos que me quieren me sepan perdonar si acabado el año me marcho lejos a buscar una vida que aquí no se encontrar, porque no lo voy a saber explicar y ellos no lo van a saber entender.