domingo, abril 08, 2007

Un año de la buhardilla de Puck



(Lunes, enero 15, 2007)

La semana pasada hablando con Nerea por el msn, me di cuenta que el Miércoles la buhardilla cumplía un año. No soy especialmente sentimental a cerca de este tipo de aniversarios, al menos en estos momentos de mi vida. Hace unos meses, también deje pasar sin prestar la mas mínima atención mi primer año viviendo solo.

En otros circunstancias quizás hubiese sido algo reseñable, pero no ahora. Supongo que los momentos en los cuales las cosas no te van muy bien, las pequeñas cosas como esta se traspapelan fácilmente en la mesa debajo de las batallas perdidas, la heridas aun frescas o los mapas oscuros en los cuales apenas atisbas a ver un camino. Es símbolo, sin ningún tipo de duda, de que no lo estas haciendo muy bien.

Así y todo, no muy contento como podéis comprobar, no querría dejar escapar la posibilidad de dar las gracias. Me gustaría agradecer a toda la gente que me visitado en la buhardilla y que se ha parado a leer un rato, a escuchar una canción, o a charlar un rato conmigo. Una mención especial a Pato y Aye, porque siempre recuerdan el camino, aunque el camino sea estrecho, aunque a veces haya palabras mas o palabras menos. Por ultimo, invitar a toda esa gente que pasa alguna vez a que se quede, entre, charlemos un rato o escuchemos a Quique. Siempre se puede empezar una buena conversación escuchando a Quique.

Y una vez acabados los agradecimientos, hay algo que, inevitablemente, toca hacer. Balance del año que ha transcurrido. Quizás sea por eso que no me hacen mucha gracia los aniversarios. Vienen del brazo con el balance, sonriendo pero inquisidor, como si fuera una espada de Damocles que te pende sobre la cabeza.

El año ha estado bien para la Buhardilla de Puck. Nació, y tras unos comienzos algo titubeantes, creo que mas o menos todas las semanas le dedico algo de atención. Me gustaría poder hacerlo mas a menudo pero.....

Por otro lado, el año en lo personal ha sido malo, horrible diría yo. Estoy mas o menos en el mismo sitio en el que estaba cuando abrí la buhardilla, pero un año mas viejo, mas cansado y con unas cuantas batallas perdidas mas y nuevas heridas. Desafiando al oleaje sin timón ni timonel, al capricho de las olas....

Un año mas viejo, tal vez mas maduro, pero sin saber muy bien a donde me lleva la madurez. Muchos dicen que soy como un niño, un niño grande y en los momentos en los que me descubro en el espejo haciendo cosas maduras, no me quedo muy convencido de que este haciendo lo correcto.

Nerea no me quiere. Al menos no me quiere como yo quiero que lo haga. No he hablado mas con ella sobre el tema, no se nada mas, le pedí que me ahorrara el trago amargo de decirme lo que yo sabia que iba a oír: que me quiere mucho, pero como amigo. En otras ocasiones, yo habría optado por disminuir considerablemente el tiempo que pasaba con ella hasta quedar reducido a una mera anécdota. Pero no puedo. La sigo queriendo... aunque ella no me quiera, y el problema es que no se como dejar de quererla.

Y este arranque de madurez me lleva a hacer como que no hubiera pasado nada, incluso a pensar que, dentro de su inseguridad, un día se levantara y se dará cuenta que me quiere, aunque sepa que probablemente no lo va a hacer nunca. Me condena irremediablemente a vivir una ilusión de aunque tu no lo sepas (o aunque lo sepas en este caso), a dar pasos decidios hacia el infierno incluso a sabiendas de que no los debería dar. Pero el problema es que no puedo hacer otra cosa que darlos. Así que, como veréis, no estoy muy seguro que esta madurez que me ha traído este ultimo año sea algo muy bueno, ni que tenga muchas cosas que celebrar.

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