(Miércoles, enero 17, 2007)
La Buhardilla de Puck ha cumplido un año. En el post anterior, mas o menos celebrábamos este aniversario y hacíamos balance mis heridas y yo. Nada mas abrir la puerta, lo primero que quise que leyeras mientras el sol reflejaba tu sonrisa fue uno de mis poemas favoritos de Luis García Montero. Ahora también se puede escuchar a Quique cantando la canción homónima.
Un año después, no estamos tan lejos. Inspirado en ese poema, o viceversa, hay un cuento de Almudena Grandes, “El lenguaje de los balcones”. Cuenta una historia parecida, un amor no correspondido, un amor que sufre, un amor que baja la mirada para no cruzarse con el rechazo, las lastima, la pena. De todo el relato me quedo con un rasgo en concreto, el protagonista y sus hombros caídos.
Acaba el cuento, y el amor triunfa, y sube los hombros, pero los cuentos, cuentos son.
Hoy, mas de un año después de abrir la puerta de la buhardilla por primera vez, me quedo mirando por la ventana con los hombros caídos. A mis pies los sueños rotos, las manchas de sangre, los ojos clavados en las zapatillas, las ausencias en las que prefiero perderme en el vacío....Supongo que en algún momento fui tan inocente como para pensar que le podía ofrecer a Nerea algo mejor, que dejaría todo para venir conmigo, tan tonto como para pensar que la dicha había llamado a mi puerta.
No veáis la película “Loco por la novia”, tiene efectos desastrosos, te invita a soñar y a creer en el amor.
La canción de hoy es un tema antiguo de Ismael Serrano. Se llama “Instrucciones para salvar el odio eternamente.” Tan buena como la canción, es la introducción. No me interpretéis mal. No odio a Nerea. La quiero tanto como antes. Solo que hoy he estado hablando a cerca de este tema con ella, y ella no lo esta pasando bien, pero peor lo estoy pasando yo. La canción habla de esto.
domingo, abril 08, 2007
Los hombres hundidos, la cabeza gacha
Etiquetas: Pensamientos, Sonidos
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